martes, 11 de julio de 2017

Ser mamá…



     “Ser mamá es todo lo que les cuento…” siempre fue la frase más usada por mi persona y sabía que un día escribiría sobre esta temática. Así que, plasmo mi idea principal.
     Para todo hay un trabajo, pero, para nada estamos listo; pues son vivencias que hacen acto de presencia de forma fugaz, como aprender a andar en bicicleta – sencillo, es catalogado como un aprendizaje significativo continuo – por otro lado, el caso de relacionarse a nivel interpersonal unos con otros, nunca será la misma experiencia. Por muchos artículos que se lean de Daniel Goleman, no existirá trabajo asequible al momento de entrar en otras vidas; son diferentes conocimientos y es claro, ningún ser pensante es igual que otro. Es decir, siempre se estará iniciando un estudio a nivel social.
     Ahora, quedando evidente el tema de la sencillez… Ser mamá es una etapa maravillosa y complicada, pero no imposible. Se trata de diversas actividades en donde el factor tiempo es el pan de cada día y solo se alcanza a observar este rol estándar de forma distante, y se opina: “Que bien lo hace, es excelente mamá…”, “Le falta mucho para ser buena madre…”. Todo ello sin antes saber cómo realmente se siente mamá, qué estará pensando mamá y qué querrá mamá.
     Se tiene un diagnóstico para este asunto y es que ser mamá es enloquecer violenta y repentinamente. Es un nuevo estilo de vida que se mezcla con el anterior y cada una debe saber administrarse en el tiempo, estar y permanecer innovadora para su hijo, ser creativa, optimista y armónica… Lo sé, bonito escrito y poco real. Explico, las madres no se programan, no se trata de actuar y formar parte de una sociedad perfecta en donde tienen todo bajo control, ¡No! Solo son mujeres capaces de adaptarse a muchos cambios, creando así un espacio apto para sus pequeños; – he ahí lo hermoso de la historia –.
     De forma personal, me defino como una madre sumamente normal, buscando no ser perfecta sino poco común, de esas que a veces se les olvida algo pequeño pero importante y debe apresurarse para lograr el objetivo, de esas… Cada día busco entender a mi hija de tan solo once (11), meses y aunque sea dificultoso, no me cansaré de admirar su tierna sonrisa, demostrándome que todo está bien; logra que me siga enloqueciendo y llenando de mucho amor.
     Seamos sensibles, “No hay acto que no implique esfuerzo severoEG. Toda madre amaría o quisiéramos escuchar un mensaje alentador: ¡Lo estás haciendo muy bien! Hay mucho por aprender, lo importante es que estás dispuesta y ante todo tolerancia. No es fácil pero seguro saldrás victoriosa.
     Esta mi siguiente ilustración fue basada en la película “El club de las madres rebeldes” y tuvo como objetivo principal servir de desahogo, secundario que cambien perspectiva.

                                                                                                       - Edith Gil.