martes, 9 de mayo de 2017

El hada y la sombra.



     Érase una vez hace mucho tiempo, antes que los hombres habitaran la tierra, existía un lugar misterioso vigilado por un Hada. Todos sus seguidores siempre estaban dispuestos a servirles.
     En un momento, cuando unos malvados amenazaron el lago y sus bosques, todos acudieron al hada y ella les imploró que la acompañaran en un peligroso viaje, a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de la Piedra de Cristal; la única salvación para todos.
     Se enfrentaron a bestias terribles; caminaron día y noche, y vagaron perdidos en el desierto sufriendo el hambre, y la sed. Ante tantas adversidades muchos se desanimaron y terminaron abandonando a medio camino, hasta que solo quedó uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, pero igual continuó junto a ella hasta el final. El Hada le pregunta ¿Por qué no abandona como los demás? – Con asombro – Sombra respondía siempre lo mismo ’dije que la acompañaría a pesar de las dificultades y eso es lo que hago’’.
     Gracias a su leal Sombra pudo el Hada por fin encontrar la Piedra de Cristal; pero el monstruoso Guardián de la misma no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, se ofreció a cambio de la Piedra quedándose al servicio del tenebroso vigilante por el resto de sus días.
     La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al Hada regresar al lago y expulsar a los seres que perturbaban sus tierras.
     A pesar del logro, cada noche el Hada lloraba la ausencia de su fiel Sombra, pues había surgido un amor fuerte como ningún otro. En su recuerdo queriendo mostrar el valor de la lealtad y el compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día y al llegar la noche, todas acudirían al lago, donde consolarían y acompañarían a su triste Hada.

- Edith Gil.

lunes, 8 de mayo de 2017

Cuando al poeta se le es arrebatado la inspiración…



Para todo existe un día, una fecha, un momento, un simple recuerdo que termina como un destino perpetuo. Donde la vida se detiene para mostrarte un sinfín de mundos, cada uno con características efímeras pero armónicas. ¿Puede el miedo sobrepasar los deseos?
     Nací creyendo, observando y actuando lo contrario – referido al comportamiento humano – escribir me ha ayudado a liberar el alma. He poetizado mi vida, cada rincón conlleva a un significado, nada legible ante un lector común y ordinario; pero es de mi agrado saber del intento.

Puedo llegar al grado de ser mi propia escritura
Que aunque, siento soltura,
Mi grafía no llega a la altura
Y por ello que no se estructura.

O un melódico acróstico…
Evidentemente esto se trata de arte
De sentir frenesí y una inmensa tortura
Intelectual. Es
Totalmente constituyente de una letra
Hermenéutica.

     Sin embargo, no había un final, no hubo descripción general. Para el escritor es mas que un arranque, es un desorden emocional y sensibilidad en cada letra. Romper paradigmas en absoluto ha sido lo prudente y en este caso, lo necesario.
     Cada aspecto de mi vida lo valorizo en algo implícito, algo no definido y excitante, alegre y alebrestado en un estado sumiso. Se trata de inicios improvisados con diferentes escenografías. Al momento de crear este mi nuevo tema, busqué mi musa; en un entorno melódico y sugestivo para poder descubrir qué es lo que yace en mis pensamientos.
     Todo se encuentra en un amanecer, puesto que, simboliza un comienzo. Delirio matutino al despertar, ¿Qué lo produce? – ¿O quién? – Como cuando se busca ser independientes y todo acto de autonomía se reduce a una dependencia emocional.
     Hoy he querido descifrar este mensaje que perturba en un tono lleno de euforia. Intento comprender y es que cada vez se abren más puertas hacia nuevas ideas, interrogantes e hipótesis.

Llegó de forma inesperada y sin previo aviso decidió quedarse
Atando su alma y deseos ante un acto de sentimentalismo
Cambiando los sinsabores y malestares existentes
Tú mi musa, tú mi inhalación, la fuente que ayuda al entusiasmo.

Edith Gil.