sábado, 3 de junio de 2017

Hoy no tengo tiempo.

      Se escribe con descaro, con sonoridad atrevida… quiero ciertamente leer tu sensualidad.

     Un tiempo muerto indica que no hay vuelta atrás; ¿Cómo cometer el homicidio? – pregunta estándar – no estimulando los pensamientos.

     Existen modelos a seguir y no saber si seguir; vivir al pie de la letra y no sentirlo. Situaciones que denomino como una pérdida. No basta con empaparse de fresca información sobre cómo hacer, qué decir, porque sin darnos cuenta se muere el tiempo y, no obstante, la vida se condiciona.

     El crimen en sí es llevado a cabalidad cuando es alterado el sistema nervioso central y es permitido el paso de concepciones ajenas; provocando en la persona vagar en medio del desconcierto.

“Por ello, hoy no tengo tiempo para perderte…
hoy es hora de mantener ocasiones, es evidente
que velando por el verdadero significado
¡El hoy reclama atención permanente!
Las ideas son retorcidas pero complacientes y créeme,
quiero que este tiempo permanezca en tu mente”.
Edith Gil

     Hoy no tengo espacio para que en mí habiten negatividades; porque hoy decidí vivir sin lineamientos. Hoy es uno de esos días en los que mi razón se resigna y desea avanzar; perder el momento es detener el trayecto y es por ello que hoy ya no tengo tiempo. Lamento el pleonasmo.

     Utiliza y valora cada etapa, desnuda su intención y convierte estaciones en increíbles vivencias bajo un criterio único, y personal.

Dato: Si tu paz intelectual es conmovida, genera un escrito forzoso; nada más absorbente para un lector que un autor con letras agitadas.

Edith Gil.

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